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AEST te ayuda a comprender las altas capacidades intelectuales. Si estás aterrizando en «este mundo» sobre el cual hay aún muchos mitos y desconocimiento, necesitas leer, leer y leer. Todo lo que aprendas, te ayudará a partir de ahora en tu camino. Si has llegado hasta aquí por tu hijo/a, lleno de dudas y sin una dirección clara que seguir, podemos ayudarte. La asociación está formada por familias que han recorrido ya parte de este camino.

También puedes ampliar esta información con la bibliografía que recomendamos, así como a través de nuestra revista «La estación«.

¡Más de 25 años con los superdotados, niños y sus familias, así como adultos!

Altas capacidades o superdotados

Actualmente, el término alta capacidad ha evolucionado desde los primeros estudios que lo asociaban a alto rendimiento académico y más tarde a un elevado Cociente Intelectual (CI), hasta nuestros días, cuando se define como un potencial a desarrollar.

Lo que dicen los expertos

La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que una persona es “superdotada” cuando su Cociente Intelectual es igual o superior a 130. Sin embargo, los test de inteligencia no son exactos y hoy en día los especialistas en el diagnóstico de la Alta Capacidad no tienen en cuenta únicamente este dato; esto es debido a que no creen que exista un punto de corte igual para todos. Por eso, valoran esta medida (el CI) como un indicador más, dando lugar a una evaluación multi-dimensional (no sólo psicométrica), que tiene en cuenta otros indicadores cuantitativos y cualitativos como son la creatividad, el estilo de aprendizaje, el desarrollo evolutivo, y otras características propias de la alta capacidad.

Los estudios más recientes se alejan de este rígido baremo y prefieren referirse a los niños/as de Altas Capacidades como aquellos que tienen una capacidad de aprendizaje muy superior y una forma de aprender radicalmente distinta, que los diferencia del resto de niños de su edad.

Renzulli y Gardner

“Esto no quiere decir que el CI o el nivel de rendimiento académico de un alumno no deba ser tenido en cuenta como uno de los criterios, quiere decir simplemente que no debería de ser el único criterio a la hora de identificar a un alumno para cualquier programa de enriquecimiento o de atención a la alta capacidad intelectual” (J. Renzulli, Revista de Educación nº368. MECD)

Por otra parte, la Teoría de las Inteligencias Múltiples de Gardner (1983) marcó otra evolución de la concepción de las altas capacidades y define a la persona con alta capacidad como aquella que, tras diversas pruebas realizadas por un experto, muestra percentiles altas (por encima del 75) en todas las capacidades.

Por tanto, se considera dentro de las Altas Capacidades Intelectuales (ACI) dos conceptos diferentes que son el de talento y el de superdotación. Talento es aquella persona que destaca en uno, dos o tres de los ocho tipos de inteligencia (lingüístico-verbal, lógica-matemática, espacial, musical, corporal cinestésica, intra-personal, inter-personal y naturalista) descritos por el psicólogo norteamericano Howard Earl Gardner en 1983.

National Association for Gifted Children

En EEUU, la National Association for Gifted Children define a las personas de alta capacidad como:

Aquéllas que demuestran un nivel de aptitud sobresaliente (definido como una capacidad excepcional para razonar y aprender) o competencia (desempeño documentado o rendimiento que los sitúe en el 10% superior, o por encima, respecto al grupo normativo) en uno o más dominios. Los dominios incluyen cualquier área de actividad estructurada con su propio sistema simbólico (las Matemáticas, la Música, la Lengua…) o su propio conjunto de destrezas sensorio motrices (la Pintura, la Danza, los Deportes…)”.

¿Y en España?

En España, esta concepción se refleja en el modelo de Castelló y Batlle, que entiende como Alta Capacidad el perfil del alumnado que dispone de una capacidad intelectual globalmente situada por encima del percentil 75 en todos los ámbitos de la inteligencia tanto convergente como divergente, incluyendo distintas aptitudes intelectuales, como pueden ser razonamiento verbal, razonamiento lógico, memoria, creatividad, y razonamiento fluido. Este modelo también incluye el perfil de talento simple, que se refiere al alumnado que muestra una elevada aptitud o competencia en un ámbito específico, por encima del percentil 95, como el verbal, matemático, lógico o creativo, entre otros; así como la combinación de varias aptitudes específicas que puntúan por encima de un percentil 80 dando lugar a talentos complejos.

Según el Ministerio de Educación, en España hay 27.133 alumnos de altas capacidades (curso 2016-17). Esta cifra supone solo el 0,33% del total de alumnos matriculados, muy alejada del porcentaje de alumnos de altas capacidades estimado por los estudios más recientes (10%). Esto significa que la gran mayoría de estos alumnos sigue, por tanto, sin identificar ni atender.

Además, según la Comunidad Autónoma, el porcentaje de alumnos con altas capacidades intelectuales varía considerablemente, no siendo éste un dato constante a lo largo de todo el territorio español.

 ¿Cómo es el alumno de altas capacidades?

Los alumnos/as de Altas Capacidades Intelectuales son aquellos/as que tienen una capacidad de aprendizaje muy superior a la media y una forma de aprender radicalmente distinta que los diferencia del
resto de niños de su edad y que exige un tratamiento educativo diferenciado.

Dentro de las Altas Capacidades Intelectuales (ACI) nos encontramos dos conceptos diferentes: el talento y la superdotación. Actualmente, el término alta capacidad se utiliza para referirse a lo que antes denominábamos “superdotación”, incluyendo también a las personas con talentos.

Superdotación*: hasta ahora, la Organización Mundial de la Salud situaba la superdotación en un Cociente Intelectual (CI) superior a 130. En la actualidad, los especialistas e investigadores más reputados en el ámbito de la alta capacidad (como Joseph Renzulli, Jeanne Siaud Facchin, Steven Pfeiffer o Javier Tourón) no creen que exista un punto de corte igual para todos. Consideran que la superdotación y las altas capacidades van más allá de una cifra de CI, por lo que valoran esta medida como un indicador más y también tienen en cuenta otros indicadores cualitativos.

“Esto no quiere decir que el CI o el nivel de rendimiento académico de un alumno no deba ser tenido en cuenta como uno de los criterios, quiere decir simplemente que no debería de ser el único criterio a la hora de identificar a un alumno para cualquier programa de enriquecimiento o de atención a la alta capacidad intelectual” (J. Renzulli, Revista de Educación no368. MECD).

Si tenemos en cuenta la Teoría de las Inteligencias Múltiples de Gardner (1983), podemos definir al superdotado como aquella persona que, tras diversos test realizados por un experto, muestra percentiles altos (por encima del 75) en todos los tipos de inteligencia. Esto significa que estaría por encima del 75% de los individuos del grupo al que pertenece.

Talentos*: se considera talentos a aquellas personas que destacan muy por encima de la media (alrededor del percentil 95) en uno, dos o tres de los ocho tipos de inteligencia descritos por el psicólogo Howard Gardner.

No obstante, la superdotación, la inteligencia y el talento son conceptos que pueden tener diferentes significados según las culturas. Por ese motivo, no existe una definición universalmente aceptada de lo que son las Altas Capacidades (AACC) o la superdotación.

(*) Identificación diferencial de la Superdotación y el Talento. Universidad Internacional de la Rioja (UNIR). Año 2000.

Características más destacadas

Tener una inteligencia muy superior a la media conlleva una serie de características (indicadores cualitativos) que suelen compartir, en mayor o menor medida, las personas con alta capacidad:

  • La curiosidad es una de las características que mejor describe a los niños de altas capacidades. Hacen muchas preguntas y de gran calidad.
  • Según los expertos, la altísima sensibilidad es otra característica que se repite sistemáticamente en los test de personalidad de estas personas, así como su exacerbado perfeccionismo y sentido de la justicia.
  • Fuerte creatividad. Les gusta hacer las cosas de manera diferente. A veces tienen intereses que nada tienen que ver con el colegio o que no son propios de su edad.
  • Cuando algo les interesa mucho son capaces de aprender muy deprisa y con una gran calidad, se muestran entusiastas y disfrutan con ello.
  • Suelen tener un vocabulario muy rico y un razonamiento avanzado para su edad. Poseen una elevada comprensión de ideas complejas y abstractas. Pueden desarrollar o elaborar ideas a un nivel no esperado.
  • Desarrollo asincrónico. El desarrollo mental de un niño de altas capacidades es muy superior al resto de niños de su edad. Es decir, que aunque cumpla 8 años, su edad mental puede ser de 10 o más. Sin embargo, su desarrollo emocional y psicomotor es el mismo que el de cualquier niño de su edad. También sucede que el niño es capaz de razonar mucho más de lo que puede expresar con palabras. Esto se conoce como “síndrome de las disincronías” y puede ocasionarles algunas complicaciones. Fue descrito por el psicólogo francés especialista en superdotación Jean-Charles Terrassier, en el año 1994.
  • Otro indicador de alta capacidad es la precocidad. Son muchos uperdotados que aprenden precozmente a hablar, leer, escribir, calcular, etc… Sin embargo, las precocidades no son definitorias. No existe una relación directa entre precocidad e inteligencia. No todos los niños de AACC son precoces, ni todos los precoces son AACC.

¿Qué significa tener altas capacidades intelectuales?

Es habitual confundir al alumno superdotado con el alumno de alto rendimiento. No obstante, la investigación demuestra que es posible identificar a muchos superdotados entre alumnos que han sido
infravalorados por sus profesores al no presentar una conducta típica de “buen estudiante”.

Aunque hay muchos destacan en el ámbito escolar, esta no siempre es la mejor manera de identificarlos. De hecho, uno de los perfiles más habituales entre estos alumnos es el del clásico niño distraído en sus
pensamientos, que tiende a cuestionar la autoridad cuando las órdenes no son razonadas.

Existe la falsa creencia popular de que el superdotado todo lo hace bien, por lo que debe sobresalir en todas las áreas del desarrollo humano y del currículum escolar. Obviamente no es así, porque los superdotados son personas como todas las demás.

Necesitan ayuda para aprender. El sistema educativo actual no se ajusta a sus necesidades educativas. De hecho, la legislación española los considera alumnos con Necesidad Específica de Apoyo Educativo.

La falta de formación y sensibilidad del sistema educativo hace que muchos de estos niños lleguen incluso a engrosar las listas del fracaso escolar o a sufrir bullying. Según un informe del Ministerio de Educación español, se calcula que un 70% rinde por debajo de sus posibilidades, lo que supone una gran pérdida de talento para nuestra sociedad.

La desinformación entre los profesionales de la educación provoca que, en ocasiones, las AACC se confundan con el TDA o TDAH. También con el trastorno bipolar o el síndrome de Asperger. Muchos niños llegan incluso a ser medicados.

Identificación de las altas capacidades

Tanto la LOMCE (art 76), como el Ministerio de Educación y los especialistas más reputados señalan la importancia de la detección precoz. La edad de la etapa de Educación Infantil es un buen momento para realizar una valoración, no siendo necesaria su repetición.

Según los últimos datos publicados por el Ministerio de Educación en su página web, en los colegios e institutos de España hay 46238 alumnos de altas capacidades (curso 2021-22).

Si tuviéramos en cuenta solo el criterio CI 130, se estima que al menos un 2,28% de la población mundial sería de altas capacidades intelectuales. Por tanto, en España deberíamos tener, como mínimo, algo más de 208000 alumnos no universitarios con estas características (el número de estudiantes no universitarios era de 9162349 en el curso 2021-2022). Esto significaría que cerca del 78% de estos alumnos no habrían sido identificados.

Sin embargo, en las últimas décadas los especialistas e investigadores han superado estas cifras. Robert Gagné (1991 y 2000) ya hablaba de un 10% de individuos dotados, lo que supondría unos 900.000 escolares de AACC a día de hoy en España, y Joseph Renzulli (1978 y 1986) llegó a situarse en el 20%, lo que elevaría la cifra hasta los 1,8 millones de alumnos de altas capacidades.

Legislación

La legislación española considera a los niños de altas capacidades como alumnos con Necesidad Específica de Apoyo Educativo. Al estar transferidas las competencias en materia educativa a las CCAA, son las Consejerías de Educación las encargadas de la identificación y atención de estos alumnos, a través de los Equipos de Orientación Educativa y Psicopedagógica (EOEP) y los colegios. Por este motivo, no existe un protocolo común de identificación y atención en España.

  • Artículo 57 de la LOMCE (antiguo 71 de la LOE): “Corresponde a las Administraciones educativas asegurar los recursos necesarios para que los alumnos y alumnas que requieran una atención educativa diferente a
    la ordinaria, por presentar necesidades educativas especiales, por dificultades específicas de aprendizaje, TDAH, por sus altas capacidades intelectuales, por haberse incorporado tarde al sistema educativo, o por condiciones personales o de historia escolar, puedan alcanzar el máximo desarrollo posible de sus capacidades personales y, en todo caso, los objetivos establecidos con carácter general para todo el alumnado”.
  • Artículo 58 (antiguo 76 de la LOE): “Corresponde a las Administraciones educativas adoptar las medidas necesarias para identificar al alumnado con Altas Capacidades intelectuales y valorar de forma temprana sus necesidades. Asimismo, les corresponde adoptar planes de actuación adecuados a dichas necesidades”.
  • La LOMCE mantiene intacto el artículo 77 de la LOE en el que se dice: “El Gobierno, previa consulta a las Comunidades Autónomas, establecerá las normas para flexibilizar la duración de cada una de las etapas del sistema educativo para los alumnos con Altas Capacidades intelectuales, con independencia de su edad”.
  • Tanto el Real Decreto 126/2014, que establece el currículo básico de Primaria, como el Real Decreto 1105/2014, que establece el currículo en la ESO y Bachillerato, afirman: “Corresponde a las Administraciones educativas adoptar las medidas necesarias para identificar al alumnado con altas capacidades intelectuales y valorar de forma temprana sus necesidades. Asimismo, le corresponde adoptar planes de actuación, así como programas de enriquecimiento curricular adecuados a dichas necesidades, que permitan al alumno desarrollar al máximo sus capacidades” (…). “La escolarización del alumnado con altas capacidades intelectuales, identificado como tal según el procedimiento y en los términos que determinen las Administraciones educativas, se flexibilizará en los términos que determine la normativa vigente; dicha flexibilización podrá incluir tanto la impartición de contenidos y adquisición de competencias propios de cursos superiores como la ampliación de contenidos y competencias del curso corriente, así como otras medidas. Se tendrá en consideración el ritmo y estilo de aprendizaje del alumnado que presenta altas capacidades intelectuales y del alumnado especialmente motivado por el aprendizaje”.

Medidas de atención previstas en la Legislación

Las medidas previstas en la ley para la atención de estos niños son: el enriquecimiento curricular, las adaptaciones curriculares y la Flexibilización de cursos (considerada una adaptación extraordinaria).

En algunas comunidades autónomas existen programas de enriquecimiento que consisten en ampliar el currículum ordinario fuera del horario escolar.

Tipos de adaptaciones:

  1. Adaptación curricular no significativa u horizontal: tiene lugar dentro del mismo grupo clase en el que está cursando el alumno. Consiste en ampliar el temario o enriquecérselo.
  2. Adaptación curricular significativa o vertical: se trata de mantener al alumno en su mismo curso, pero adelantarle al menos 2 asignaturas del curso superior.
  3. Flexibilización de cursos: es la última adaptación extraordinaria. Consiste en pasar al alumno a un curso superior al que le correspondería por edad.

Principales necesidades educativas solicitadas por AEST

AEST constata diariamente que estos alumnos no están recibiendo la atención que deberían.

  • Falta personal cualificado en los Equipos de Orientación Educativa y Psicopedagógica (EOEP) para realizar las valoraciones.
  • Es necesario que el profesorado reciba formación específica, ya que son los profesores quienes comienzan el proceso de identificación de estos alumnos. Muchos de ellos no son identificados porque los profesores no los ven.
  • Admisión de valoraciones privadas realizadas por gabinetes especializados en altas capacidades.
  • Los criterios de evaluación deben estar ajustados a las investigaciones más recientes en la materia. El rígido CI 130 es un concepto arcaico y totalmente superado.
  • Agilización y eliminación de trabas burocráticas para realizar las adaptaciones y flexibilizaciones curriculares.

Puedes ampliar esta información a través de nuestra página web informativa www.altascapacidadesytalentos.com , la bibliografía que recomendamos, así como en los numerosos artículos que publicamos en nuestra revista “La estación”.

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